1. Es divertida y motivadora.
¡Cuanto más jueguen los niños, más aprenderán! Los bebés y niños pequeños aprenden más fácilmente si se están divirtiendo. Los juegos, canciones, cuentos y manualidades son algunas de las actividades con las que más pueden hacerlo. Además, ¡las ganas por seguir aprendiendo aumentarán!
2. Promueve el aprendizaje activo.
El tiempo de pantalla activo se produce cuando el niño se está beneficiando del tiempo que pasa utilizando dispositivos electrónicos. Por ejemplo, si están adquiriendo aprendizajes escolares o académicos, desarrollando las llamadas “habilidades blandas”, haciendo ejercicio físico, ejercitando la resolución de problemas o mejorando su memoria, etc. En el lado opuesto, un ejemplo de tiempo de pantalla “pasivo” sería si ven una serie a través de la TV, pues no están interactuando con el contenido que consumen.
3. Mejora las habilidades de comunicación.
Prestar atención a las tareas necesarias para completar una actividad hará que los niños tengan que hacer uso de sus habilidades para escuchar y hablar. Además, si juegan juntos en familia estrecharán lazos al practicar la comunicación. Cuando aprendan un nuevo idioma con una app como Lingokids, los más pequeños también desarrollarán un acento nativo desde el principio.
4. Mejora la retención.
El interés en el estudio mejora la retención en el cerebro. La tecnología puede suponer una gran ayuda para ello, especialmente a largo plazo.
5. Motiva el aprendizaje individual, pero también la colaboración.
Algunos métodos tecnológicos pueden satisfacer mejor las diferentes necesidades que cada niño o niña pueda tener. Cada uno de ellos podrá progresar y aprender a su propio ritmo, volviendo sobre las temáticas que les sean más difíciles. Además, les puede motivar para ser más colaborativos cuando estén aprendiendo con sus amigos o familia.
6. Les enseña las habilidades necesarias para el siglo XXI.
¡Lingokids es una herramienta estupenda para ello! Los niños y la tecnología son la combinación perfecta para el aprendizaje de las 4C: creatividad, pensamiento crítico, colaboración y comunicación.
7. Es accesible desde cualquier lugar.
La tecnología no requiere horarios. ¡Tus hijos podrán aprender desde cualquier lugar del mundo, en cualquier momento!
8. De online, a offline.
¡No te limites al aprendizaje online! Muchas de las cosas que enseñan las apps educativas como Lingokids pueden llevarse a la vida real de manera muy sencilla: desde lavarse los dientes hasta cuidar del medio ambiente, pasando por cocinar un delicioso pastel.
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